No sabemos exactamente ni cuándo ni cómo surgió la idea de arrojar una pequeña lanza usando una vara flexible con los extremos unidos por una cuerda de fibra vegetal o animal peró desde las primeras épocas de la humanidad el arco y la flecha constituyeron herramientas indispensables para el hombre.
Durante la edad media los arqueros más notables fueron los ingleses, sus proezas en las competiciones deportivas, luchas y cacerías fueron cantadas en baladas medievales.
También aparece a finales del siglo XIV o principios del XV la historia de Robin Hood, un proscrito que fue glorificado por robar a los ricos para dárselo a los pobres y que se hizo famoso por su afinada puntería con el arco, siendo capaz de partir una flecha con otra. La introducción gradual de la pólvora dejó al arco y las flechas obsoletos, especialmente en el oeste de Europa a partir del siglo XVI.
Los tipos de arcos utilizados en cada región, en cada época y por cada pueblo, fueron determinantes para muchas circunstancias y avances. Así, mientras el hombre de Cromagnon podía cazar con efectividad mediante tiros a distancia, los bosquimanos de Kalahari se convirtieron en los mejores cazadores del mundo dado que al ser sus tiros descontrolados y de escasa penetración (pues el tipo de arco que usaban estaba hecho de rama, cuerda de fibras vegetales y usaban flechas sin plumas), se veían obligados a aproximarse a sus presas a menos de 10 metros de distancia.
A partir de aquellos hechos, el avance más notable para la arquería moderna se dio cuando en 1946 James D. (Doug) Easton fabricó las primeras flechas de aluminio. Luego, en 1966 H.W. Allen inventó el arco compuesto, que utiliza dos poleas descentradas gracias a las cuales se reduce la tensión de la apertura y el peso del arco.
Durante la edad media los arqueros más notables fueron los ingleses, sus proezas en las competiciones deportivas, luchas y cacerías fueron cantadas en baladas medievales.
También aparece a finales del siglo XIV o principios del XV la historia de Robin Hood, un proscrito que fue glorificado por robar a los ricos para dárselo a los pobres y que se hizo famoso por su afinada puntería con el arco, siendo capaz de partir una flecha con otra. La introducción gradual de la pólvora dejó al arco y las flechas obsoletos, especialmente en el oeste de Europa a partir del siglo XVI.
Los tipos de arcos utilizados en cada región, en cada época y por cada pueblo, fueron determinantes para muchas circunstancias y avances. Así, mientras el hombre de Cromagnon podía cazar con efectividad mediante tiros a distancia, los bosquimanos de Kalahari se convirtieron en los mejores cazadores del mundo dado que al ser sus tiros descontrolados y de escasa penetración (pues el tipo de arco que usaban estaba hecho de rama, cuerda de fibras vegetales y usaban flechas sin plumas), se veían obligados a aproximarse a sus presas a menos de 10 metros de distancia.
A partir de aquellos hechos, el avance más notable para la arquería moderna se dio cuando en 1946 James D. (Doug) Easton fabricó las primeras flechas de aluminio. Luego, en 1966 H.W. Allen inventó el arco compuesto, que utiliza dos poleas descentradas gracias a las cuales se reduce la tensión de la apertura y el peso del arco.
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